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lunes, 22 de abril de 2019

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Nueve errores de transcripción
Nota: 0



                         

TEMA 12: La Península Griega En La Antigüedad

1.  Pueblos prerromanos
    Los pueblos prerromanos eran el conjunto de sociedades que vivieron en la península ibérica durante I milenio a.C. hasta la conquista romana (a partir del siglo III a.C.). Los íberos, los celtas y la cultura tartésica recibieron la influencia cultural fenicia y griega gracias a las colonizaciones.

1.1       Los íberos
        Los íberos eran el conjunto de pueblos que habitaba la zona sur y este peninsular. Se asentaban en poblados situados en cerros, protegidos con murallas, de gran anchura y hechas con bloques de piedra, y con torres, Aunque predominaban los pequeños poblados, existían verdaderas ciudades, como Sagunto. La sociedad íbera estaba dominada por un grupo aristocrático formado por guerreros y nobles; el siguiente escalón estaba ocupado por mercaderes, artesanos y campesinos libres; por último, en la base de la pirámide social se situaba el pueblo llano y algunos esclavos, que se ocupaban de los trabajos más duros.

La economía íbera se basaba en la agricultura y, en menor medida, la ganadería; también eran importantes la minería y la artesanía textil de esparto un curtido. Los íberos establecieron frecuentes relaciones comerciales con griegos, fenicios y cartagineses.

     La religión íbera estaba vinculada a la naturaleza; además de creer en la existencia de lugares sagrados, rendían culto a espíritus que vivían en ella: las aguas, los bosques, el sol y la luna. Las principales manifestaciones artísticas son las esculturas (Dama De Elche y Dama De Baza) y la pintura sobre cerámica. En arquitectura destacan los santuarios, en los que se colocaban esculturas y algunos monumentos funerarios.
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1.1       Los Celtas
         Los pueblos celtas se repartían por la meseta, la zona atlántica y el norte de la península. Vivian en poblados fortificados, denominados castos, situados en zonas elevadas. La sociedad se hallaba dividida en clanes, que a su vez formaban tribus, al unirse con los clanes de otros poblados.

       La economía era fundamentalmente ganadera y se basaba  en el pastoreo. Los celtas procuraban abastecerse  de lo que producían por lo que el comercio no era muy importante para ellos. También practicaban la agricultura y la caza, además de la fabricación de objetos de hierro y bronce.
       
        Sus creencias religiosas consistían en la adoración de sus astros, animales y elementos de la naturaleza que consideraban sagrados. Sus manifestaciones artísticas fueron escasas; AQUÍ FALTA UNA LÍNEA “verracos”, representaciones mágicas en piedras protectoras de los rebaños con un significado funerario. 

VOCABULARIO
 Clan: grupo o comunidad de personas con un antepasado común, AQUÍ FALTA UNA LÍNEA
Tribu: grupo social y político integrado por personas que tienen la misma cultura y que ocupan un territorio.

PUEBLOS PRERROMANOS
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VERRACOS
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CASTRO CELTA
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domingo, 7 de abril de 2019

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Cinco errores de transcripción

Nota: 4

3.5. Religión, cultura y arte hispanorromanos.


Religión y cultura.


Las creencias prerromanas convivieron con la religión oficial romana y el culto al emperador, que se fueron superponiendo. Los primeros testimonios precisos de la presencia de comunidades cristianas en la Península datan del siglo III .d. C.

Culturalmente, el fenómeno más importante fue la sustitución progresiva de las lenguas prerromanas por el latín. Consecuencia de este proceso fue la contribución hispana a la cultura clásica, materializada en los poetas Lucano y Marcial, en el filosofo Séneca  o en el geógrafo Mela.

Arte.


El arte romano peninsular es un arte práctico en el que destacan las grandes obras edificios públicos. Son resañables los acueductos como el de Segovia, las murallas como la de Lugo, los puentes como los de Córdoba, Alcántara o Mérida, los arcos del triunfo como el de Medinaceli en Soria, los templos como el de Diana de Mérida, los anfiteatros como los de Mérida e Itálica , o los teatros como los de Mérida, Itálica o Sagunto. Además, la dominación romana dejó en Hispania  una red urbana (Tarraco, Corduba, Emérita Augusta, Toletum) conectada por un complejo de sistemas de calzadas.


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Templo de Diana, Mérida.

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Calzada romana en el Puerto del Pico, Ávila.


En escultura, el retrato oficial servía para adornar edificios públicos, como el busto de Augusto encontrado en Mérida. También importante la escultura religiosa, en la que se mezclan la mitología clásica con la influencia oriental; ejemplo del primer tipo es la Venus hallada en el teatro de Itálica. En cuanto a la escultura funeraria destacan los relieves en sarcófagos.

En los mosaicos los temas más frecuentes eran los mitológicos, los de la vida cotidiana y los motivos geométricos. Los mosaicos más importantes se encuentran en Ampurias. 


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El acueducto de Segovia.

El acueducto de Segovia es una de las obras públicas de la época romana más conocidas .Conecta la ciudad de Segovia con un manantial situado a 17 kilómetros. Construido con bloques de granito dispuestos unos encima del otro sin ningún tipo de argamasa, llega a medir hasta 28 metros en su zona más alta y está formado por un total de 166 arcos. La leyenda popular afirmaba que su creación fue obra del mismo diablo, después de que una niña, que diariamente acudía a las montañas a por agua, le pidiese la construcción de algún medio para obtener agua sin desplazarse todos los días a lo alto de las montañas. 

3.6.La provincia romana de la Bética (Baetica)

Conquista y romanización de Andalucía.

Tras la derrota cartaginesa, los romanos conquistaron Andalucía rápidamente. Se inició entonces el proceso de romanización de la región, favorecido por las vías de comunicación  construidas por los romanos (Vía Augusta), la unificación lingüística, la urbanización, de varias ciudades y la explotación de la riqueza minera y agrícola de la zona.

Organización administrativa

La Bética era la provincia más meridional de Hispania , un territorio que coincidía en muchos aspectos con la actual Andalucía, si bien los romanos fijaron unos límites distintos a los que hoy posee.Su nombre deriva de Baetis, antiguo nombre del rió Guadalquivir. Su capital se estableció en Corduba. la Bética se hallaba dividida en cuatro conventos jurídicos; Gades, Hispalis, Corduba y Astigi.

Economía y sociedad 

La agricultura de la Bética era especialmente ricas; se exportaban al resto del Imperio vinos, aceite de oliva y garum. La minería se basó en la extracción de cobre, plata, plomo, hierro, y oro en los yacimientos situados en Córdoba ,Jaén y Huelva.

La sociedad estaba dominada por una élite de poder muy rica. Dada su riqueza en materias primas, la Bética absorbió gran número de esclavos liberados, siendo una de las provincias hispanas con mayor número de ciudadanos, gracias a su importante nivel de romanización.

Cultura y arte

La cultura bética aportó a Roma autores tan importantes como Séneca , Lucano o Colemula. En el arte abundan los restos escultóricos y arquitectónicos: en Itálica ( Santiponce, Sevilla) destacan el anfiteatro, el teatro, la estatua de Trajano o sus mosaicos;el foro de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz); la necrópolis de Carmona (Sevilla), la estatua de la Amazona herida y los mosaicos de Écija (Sevilla).


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Escultura del emperador Trajano. Itálica.


   

sábado, 6 de abril de 2019

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Nota: 9

LA PENÍNSULA EN LA ANTIGÜEDAD

2.2. LA COLONIZACIÓN GRIEGA:

       Las huellas arqueológicas datan la presencia griega en la península desde el siglo VIII a.C. La zona de mayor influencia es la costa de levante peninsular, a la que llegaron desde sus colonias en Massalia (Marsella) y la Magna Grecia (sur de Italia). Solo se han verificado dos colonias de poblamiento: Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias); el resto de sus asentamientos eran factorías comerciales.
Los griegos influyeron en los íberos, a los que aportaron la escritura, la moneda y sus gustos artísticos, además del cultivo del olivo.

CRÁTERA GRIEGA:
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2.3. LA COLONIZACIÓN CARTAGINESA:

Cartago era una antigua colonia fenicia (situada en el actual Túnez) que se había independizado de la metrópoli; cuando los fenicios entraron en decadencia por la conquista asiria, los cartaginenses se apropiaron de sus asentamientos en la península (siglo VI a. C.). A los cartaginenses les interesaba un dominio más directo de las poblaciones indígenas , por lo que su conquista afectó a zonas cada vez mas mayores, partiendo de su colonia de Qart Hadasht (actual Cartagena), hasta que fueron derrotados por los romanos a finales del siglo III a. C.

COLONIA GRIEGA:

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Ruinas de la ciudad griega de Emporion (actual Ampurias, Girona).

VIAJE COMERCIAL

Mi padre y yo viajemos a la ciudad de los hombres venidos de Oriente. Lo más me extrañó fue que no tuviera muralla, aunque, eso sí, estaba sobre un cerro. Cuando empezamos a andar por las calles notamos una actividad creciente; a nuestra derecha se veían artesanos del meta realizando finas joyas que parecían escarabajos, cerca de un extraño templo. "¿Tenéis plata o estaño?, ¿no queréis un escarabeo?", nos decían, a lo que mi padre siempre respondía: "No, solo traemos cinco bueyes".
Más adelante vimos a unos ceramistas decorados con finos colores unas jarras de cerámica y mi padre dijo: "Tu madre le gustaría una de esas". Sin embargo, no veníamos por nada para nosotros; el jefe de nuestro poblado le había encargado a mi padre que cambiara a los bueyes por armas de hierro adornadas de oro.
Por fin llegamos a nuestro destino, una herrería situada en un extremo de la ciudad, cerca de un magnífico puerto en la ladera del cerro. Un oriental nos saludó: "Bienvenidos, túrdulos, venís a por armas para vuestro señor, ¡no es así?". Mi padre respondió que si, pero que no teníamos metales, a lo cuál el herrero puso cara de decepción; a pesar de ello aceptó de buen grado los cinco bueyes , ya que los orientales no tenían demasiado territorio para criar mucho ganado. A continuación, el jefe del herrero realizó unos extraños dibujos en un trozo de una vasija rota y dio por bueno el negocio.
Ala vuelta, pasamos por puerto, donde vimos unos magníficos barcos. Mi padre se acercó a unas casas donde se estaba preparando pescado al que añadían sal, y me dijo: "Verás lo que duran esos pescados sin estropearse". Cuando terminamos, nos volvimos al poblado con las armas del jefe, el pescado y las ganas de llevarnos las jarras y de saber qué había dibujado ese hombre en el trozo de vasija roto.

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